martes, 21 de junio de 2011

Historia.

24 Junio, Día Nacional de los Pueblos indígenas

         Los pueblos indígenas son herederos de culturas milenarias y los primeros habitantes del país. Desde 1993 el Estado los reconoce, señalando como principales etnias indígenas de Chile a los Mapuche, los Aimaras y los Rapa Nui, además de las comunidades Atacameñas, Quechuas, Collas y Diaguita del norte, y las comunidades Kawashkar y Yámana de los canales australes [Art. 1º, Ley Indígena 19.253].

       El pueblo Mapuche se situó entre el Itata y el Toltén, a la llegada de los españoles, se les confinó al sector norte del Biobío, región conocida con el nombre de Araucanía o Frontera por haber sido la zona de contacto con los españoles.

       Su seudónimo "Mapuche" viene de Mapu = tierra y che= gente, es decir significa gente de la tierra.

       Su forma de vida a la llegada de los españoles, era la de un pueblo sedentario que vivía de una agricultura y una ganadería aún atrasadas. El Mapuche es el pueblo originario más numeroso de Chile. Con una población sobre  al medio millón de individuos, concentrados especialmente en las localidades rurales de la IX Región (La Araucanía), en la zona de Cautín, además de encontrárseles, de norte a sur, desde la provincia de Biobío hasta la de Chiloé. En la actualidad se comprueba su presencia en las ciudades, advirtiéndose en Santiago un considerable número de sus integrantes. (Según Censo 2002)
       Las rucas son las viviendas de los mapuches. Son  de forma redonda y están  construidas con palos y ramas de junquillo, totora  o moscacho. Protegen   del frío, el calor y la lluvia; tienen  varias puertas y agujeros en el techo para dar salida al humo.

En el centro  de la ruca hay un fogón o Kutralwe formado por piedras.
  
       La bandera del pueblo mapuche comienza a regir en el año 1991 fecha en que  la organización mapuche Aukin Wallmapu Ngulam (Consejo de Todas las Tierras),  hizo un llamado a la nación mapuche para diseñar una bandera nacional.


       Los colores de la bandera tienen un significado especial.  El azul simboliza la vida, y es el símbolo del universo. El color blanco: limpieza, curación y es el símbolo de la sabiduría y la prosperidad. El amarillo simboliza la renovación y es el símbolo del sol. El rojo es la fuerza y el poder y simboliza la historia. El verde es tierra, naturaleza, fertilidad, poder de curación y simboliza a la machi. El kultrun representa a los 4 puntos cardinales y es símbolo de la sabiduría universal. El gemil representa a la ciencia y el conocimiento y simboliza a la escritura.

       Los mapuches (mapudungun mapu, «tierra», che, «gente»: «gente de la tierra») también denominados araucanos por los españoles en los tiempos de la llegada de los europeos a Chile son un pueblo originario sudamericano que habita el sur de Chile y el suroeste de Argentina. De modo genérico, mapuches abarca a todos los grupos que hablan o hablaban la lengua mapuche o mapudungun, y de modo particular el término se refiere a los mapuches de La Araucanía y sus descendientes, conocidos en otra época como araucanos.

       El nombre mapuche, o mapunche, significa en su lengua «gente de la tierra» (es decir, «nativo»), en oposición a los extranjeros arribados desde Europa y sus descendientes, llamados «wingka», y a quienes han adoptado su forma de vida. En algunas zonas, se usan los términos mapuche y mapunche con leves diferencias de significado. Hasta el siglo XVIII, también habría existido entre los integrantes de esta etnia el auto denominación reche, «gente verdadera».

        La denominación de araucanos, ha predominado en la historiografía para el período que abarca desde los primeros contactos con los españoles hasta el siglo XIX, aproximadamente. Del nombre «araucano» también deriva de Arauco, nombre que para los españoles tenía la tierra que habitaban en forma independiente, cuya etimología es incierta. Se ha postulado que «Arauco» podría derivar de una castellanización de la palabra mapuche Ragko, «agua gredosa», que los conquistadores habrían usado para los habitantes de un sitio llamado así y que luego se habría extendido a todos los restantes pueblos del área; otra teoría manifiesta que procedería de la palabra quechua awqa, «salvaje» o «rebelde», «enemigo», que les habría sido dada por los incas o por los españoles.

Origen y migración
        El origen de los mapuches no se conoce con mucha certeza. Sin embargo, se sabe que hacia el siglo V de nuestra era ya existían manifestaciones culturales en Chile que pueden rastrearse hasta la época actual. Se mencionan como posibles antecesores de los mapuches a los grupos creadores de las culturas Bato, El Vergel, Llolleo y Pitrén.
       Sobre su más reciente presencia en territorio argentino, se sabe que, debido a la presión ejercida por los españoles, y en un largo proceso de migración a través de los pasos de la cordillera de los Andes y de transmisión cultural, entre los siglos XVII y XIX colonizaron los territorios ubicados al este de la Cordillera: el Comahue, gran parte de la región pampeana, y el norte de la Patagonia oriental, tierras hasta entonces ocupadas por diversos pueblos no mapuche. De tal modo fueron mapuchizados, no siempre en forma pacífica, los «pehuenches antiguos» y las parcialidades septentrionales de los tehuelches.
      Según el Censo de Chile de 2002, 604.349 personas en Chile se declaran pertenecientes al pueblo mapuche, aproximadamente un 4% de la población total, que representan el 87,3% de la población indígena. Viven principalmente en la Araucanía (33,6%) y la Región Metropolitana (30,3%) y en menor cantidad en las de Biobío (8,8%), Los Lagos y Los Ríos (16,7% las dos sumadas).
       Sin embargo, el Censo de 1992 había registrado 932.000 mapuches (mayores de 14 años; si se incluían a los menores de esa edad, esta cifra ascendía a 1.281.651 personas).    
       Según varias ONGs, la población mapuche estimada actualmente en Chile es de entre 800.000 a 1.400.000 de personas, dependiendo de si se incluyen o no a quienes no conservan su cultura ni reconocen su herencia. Así, por ejemplo, la encuesta CASEN contabilizó a 625.005 mapuches en 2006. Organizaciones indígenas estiman en un millón y medio el número de mapuches en Chile.

Principales etnias
       Para los estudios contemporáneos, se suele agrupar a los indígenas de habla mapuche diferentes grupos según el territorio que ocupaban y ciertas diferencias culturales derivadas de esto. Los nombres asignados son deícticos y dados tomando como punto de referencia al grupo mapuche de La Araucanía:

ü  Picunches («gente del norte»): Estaban ubicados en el Pikunmapu, entre los ríos Choapa e Itata. Desde el río Choapa hasta el río Maipo, en un momento de su historia, este grupo, en parte, se incorporó al Imperio inca, hasta la zona del valle Aconcagua al norte de Santiago. En su religión creían en la vida después de la muerte, tenían tumbas muy sencillas y las distinguían claramente porque sobre en ellas había un montón de tierra marcado con piedras. La principal actividad económica era la agricultura, criaban llamas y guanacos. Ganadería y alfarería, trabajaban con cerámicas y greda para fabricar sus jarros, vasijas, etc. Para cultivar construían acequias de riego. Practicaban un sistema agrícola denominado "Roza", que consistía en derribar árboles y quemarlos. Luego sobre las cenizas, que servían de abono, sembraban semillas.

ü  Mapuches o araucanos en sentido restringido: Según las crónicas, protagonistas de la Guerra de Arauco, fueron grandes héroes que se resistieron con éxito a la conquistas primero de los Incas y luego de los españoles. Otras fuentes los habrían designado también como moluche o ngoluche («gente del oeste»).

ü  Huilliches («gente del sur»): Entre el río Toltén y el canal de Chacao. La zona específica de éste asentamiento indígena fue Osorno, Llanquihue y Valdivia. La Organización Política de este pueblo se organizaba en tribus unidas por lazos familiares. Tenían una estructura patrilineal. Esta era una de las tribus más cercanas a los lagos del sur. Sus creencias eran muchas, manifestaciones, cuentos y leyendas de éste pueblo. Para ellos Chaotroquin creó al Huilliche. Otras ideas dicen que los hombres brotaron de la tierra. La economía y sus alimentos principales eran la papa, el maíz y el poroto, pero también cazaban, pescaban y recolectaban mariscos y algas marinas. Los huilliche hablaban una variante del mapudungun, con diferencias de pronunciación y de vocabulario, conocida como chesugun.

ü  Cuncos: En el norte y este de Chiloé y en zonas aledañas del continente, muy semejantes a los huilliches. Desarrollaron la agricultura, especializándose en el cultivo de la papa y el maíz y también practicaban la pesca y la caza. Además utilizaron embarcaciones de madera, llamadas dalcas, con las que recorrían los parajes costeros en busca de alimentos, especialmente peces y mariscos. Las vestimentas: eran muy parecida a la de los chonos; Taparrabos de algas marinas Torso: cubierto con capas de pelo de perro. En ocasiones, usaban gorros y se pintaban la cara (sólo hombres) con rojo, negro y blanco. Su nivel cultural es tardío y pertenecían a una banda de tipo caonera. Creían en una vida sobrenatural, por lo que sepultaban a sus muertos en cuevas o plataformas elevadas.

ü  Pehuenches («gente del pehuén»): En el siglo XVI los llamados "pehuenches antiguos" ocupaban las regiones montañosas a ambos lados de la cordillera de los Andes; con la expansión mapuche estos grupos fueron los primeros en adoptar la lengua y parte de las costumbres mapuches. Hacia fines del siglo XIX, la región estaba poblada solo por gentes de habla mapuche y cultura mezclada. La organización política de la nación obligó a las autoridades a tener un mayor control fronterizo, impidiendo de éste modo la libre circulación del pueblo Pehuenche. Como todas las comunidades indígenas, los Pehuenche creen en la herencia de la tierra, ya que según ellos, las tierras fueron entregadas como un préstamo, por lo que deben cuidarlas y protegerlas. La tierra es un tesoro que no pueden perder, ni vender. En esas zonas han nacido generaciones tras generaciones. Los hombres del Pehuén tenían como principal fuente de ingresos la "venta" de animales y pieles que intercambiaban por alimentos y otros productos. El mecanismo era el trueque. Estos hombres y mujeres eran altos, delgados, ágiles y de tés oscuros, se relacionaron mucho con sus vecinos aprendiendo de los indios argentinos, Huarpes, las técnicas de la cestería. Sus vestimentas podían ser hechas del cuero de los animales, adornándolos con plumas de ñandú u otras aves. Actualmente éste pueblo originario de Chile se encuentra ubicado entre la VIII y IX Región, siempre en la cordillera.

Principales pueblos mapuchizados
ü  Chonos: Vivían al sur de Chiloé, pero al ser capturados por los misioneros y tratantes de esclavos, fueron llevados a las islas y adoptaron el modo de vida huilliche. Se especula que los payos podrían haber sido chonos previamente mapuchizados.
ü  Huarpes: Vivían en el Cuyo.
ü  Poyas, incluyendo a los vuriloches, luego «poyuche»: Habitaban, y sus descendientes habitan, en las zonas montañosas del sur de la provincia del Neuquén y el noroeste de la provincia de Río Negro, principalmente.
ü  Puelche («gente del este»): Nombre que los mapuches daban a los tsonek «patagones o tehuelches» septentrionales. Se agrupaban en tribus gobernadas por un cacique. Las familias practicaban la monogamia, aunque los caciques y personas importantes podían tener varias esposas. Eran de estatura alta y cabeza más bien alargada, que solían deformar artificialmente en los bebes. Su forma de vida era nómade y su principal alimento lo obtenían del guanaco y del ñandú, a los que cazaban con arcos, flechas y boleadoras. También recolectaban raíces y semillas y preparaban bebidas alcohólicas. Vivían en toldos de pieles y su vestido era el quillango, manta confeccionada con piel del guanaco con los pelos hacia adentro. Lo adornaban por afuera con dibujos geométricos. Se sujetaban el pelo con una vincha y calzaban mocasines de cuero. También solían pintarse la cara según las ocasiones.
ü  Ranqueles (rangkülche, «gente de las cañas»): Los ranqueles, sobre todo en tiempos de Calfucurá, fueron los principales protagonistas de las «Guerras contra el huinca» entre 1580 y 1880 en el actual territorio argentino.
ü  Tehuelches: Habitaban en la Patagonia, al norte del Estrecho de Magallanes y mayoritariamente en territorio Argentino. Su estructura socio-política reconoce la presencia de linajes dirigidos por un jefe y la existencia de chamanes. Tenían creencias religiosas sencillas, en su mundo actuaban espíritus buenos causantes de alegrías y espíritus malos que provocaban daños y enfermedades. Sepultaban a los difuntos acompañándolos de sus pertenencias, en tumbas excavadas en el suelo o en cuevas que cubrían con piedras. Su economía se basaba en la caza del guanaco y ñandúes, usando sus famosas boleadoras, recolectaban todo tipo de raíces y semillas silvestres. Se vestían con capas de piel de guanaco sujetas a la cintura con una faja, y sus pies los cubrían con una especie de mocasín de cuero muy grueso.

Llegada europea y guerra de Arauco
      Décadas más tarde, los conquistadores españoles abatieron al Imperio Inca y, posteriormente, también intentaron someter a los mapuche, cuya población se estimaba entre 725.000 y 1.540.000 en esos tiempos. Sin embargo, la resistencia de los mapuches llevaría a un prolongado conflicto conocido como la Guerra de Arauco. Así, personajes como Lautaro (destacado líder militar mapuche, hecho prisionero de niño por los españoles, sirvió a Pedro de Valdivia como paje) y más tarde la sublevación de Pelantaro en la década de 1590, llevarían a fijar la frontera militar entre españoles y mapuche en el río Biobío. El desastre de Curalaba, en 1598, donde perdió la vida el gobernador Martín Óñez de Loyola, marca la derrota de las fuerzas ibéricas en territorio mapuche.
     El poema épico La Araucana (1569, 1578 y 1589) del conquistador español Alonso de Ercilla, dedicada al Rey Felipe II, es una epopeya que destaca la resistencia realizada por el pueblo mapuche. En ella Ercilla habla de los mapuches como los araucanos, como la gente que produce la región de Chile.

Chile, fértil provincia y señalada
en la región Antártica famosa,
de remotas naciones respetada
por fuerte, principal y poderosa;
la gente que produce es tan granada,
tan soberbia, gallarda y belicosa,
que no ha sido por rey jamás regida
ni a extranjero dominio sometida.
La Araucana, Alonso de Ercilla (1569)
       Claramente y mucho tiempo después de estas palabras la Araucanía jamás sería conquistada por español alguno.
      Bien se ha documentado por la historia que los grupos ubicados entre los ríos Biobío y el Toltén lograron resistir con éxito a los conquistadores españoles en la llamada Guerra de Arauco, una serie de batallas y sucesos que duró unos 300 años, con largos periodos de tregua.

      En los siglos siguientes, los españoles fueron cautelosos en adentrarse en territorio mapuche. En un comienzo lo hicieron a través de misiones religiosas (pacíficas) lideradas por el padre Luis de Valdivia en la llamada Guerra Defensiva, que no dio resultados, dando paso a los "parlamentos". En estos encuentros ambos bandos intercambiaban regalos y firmaban pactos que juraban respetar.
       Fue así como, en el Parlamento de Quilín, en 1641, se acordó terminar con la guerra y fijar la frontera en el río Biobío, con el consiguiente despoblamiento de las ciudades españolas al sur de este; los mapuches prometieron liberar a los cautivos y a hacer frente a enemigos de la Corona. Posteriormente se celebraron otros parlamentos, con aprobación del Rey de España; en que se reiteraba el reconocimiento de la independencia de los mapuches frente a la Corona española, y las partes se comprometían a dejar de lado las acciones bélicas. Estos tratados fueron reconocidos por el gobierno republicano del Director supremo Ramón Freire en Tapihue, el 7 de enero de 1825 en el Parlamento General de Tapihue. En sus artículos 18 y 19 se reconoce la soberanía mapuche sobre los territorios comprendidos al sur del Biobío.


Reclamo del derecho de autodeterminación
       La corona de España reconoció hasta cierto punto su autonomía y sólo varias décadas después de que lograran su independencia, los estados chileno y argentino invadieron los territorios que se mantenían independientes y asignaron a los mapuche a "reducciones" (Chile) y "reservas" (Argentina). La población mapuche del siglo XXI es principalmente urbana, pero mantiene vínculos con sus comunidades de origen y subsisten las reclamos de territorio y reconocimiento de su cultura. Varios grupos  mapuches están reclamando el reconocimiento del derecho a la autodeterminación que les corresponde en su calidad de pueblos, según reconoce la Carta de Naciones Unidas. Con la adopción de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de septiembre de 2007, la comunidad internacional ha reconocido expresamente el carácter de pueblos de los indígenas, como ya lo afirmara el Relator Especial de Naciones Unidas Miguel Alfonso Martínez quien en su estudio encargado por la ONU sostuvo que “no he podido hallar argumento jurídico suficiente para que pueda defenderse la idea de que los indígenas han perdido su personalidad indígena internacional como naciones/pueblos”.

Cultura
       Su cultura se basa en la tradición oral. La conducta social y religiosa estaba regida por el Admapu (conjunto de antiguas tradiciones, leyes, derechos y normas). Su idioma es el mapudungun, una lengua aglutinante que hasta ahora no se ha relacionado de modo satisfactorio con ninguna otra. Como deporte tradicional tienen el palín o chueca, un deporte que se presenta más o menos parecido al hockey, y en otros tiempos también al linao, especialmente entre los hulliches.
Organización social
       Su organización social estaba basada principalmente en la familia y la relación entre ellas, la familia estaba conformada por el padre, su/s mujer/es y sus hijos. La línea de parentesco más fuerte era la materna. Al no considerarse parientes a los hijos del padre con otras mujeres, no existía el tabú sexual respecto de ellos. Esta creencia, y las conductas que permitía, fueron interpretadas por los españoles como una práctica generalizada de incesto. Actualmente la poligamia tradicional ya no existe entre los mapuches.
       Los grupos de familias relacionados en torno a un antepasado común se denominaban los lof, a menudo escrito lov, levo o caví por los historiadores. Las familias que conformaban un lof vivían en rucas vecinas y se ayudaban entre ellas; cada uno tenía como jefe a un lonco ("cabeza" en mapudungun),
       En tiempos de guerra se unían en grupos más amplios denominados rehues, que eran formados por varios lofs, que conformaban un grupo equivalente al de una tribu, a cargo de cada rehue existía un jefe militar llamado toqui.
En tiempos de grandes calamidades como sequías, epidemias, invasiones u otros grandes problemas que afectaban una gran extensión de territorio; se reunían varios rehues y conformaban unas agrupaciones denominadas aillarehues. Su jefe era el Mapu-toqui (jefe militar de una comarca en estado de guerra). Los aillarehues adquirieron gran importancia para enfrentar a los españoles.
       Debido a la lucha en contra de los conquistadores españoles, los mapuches se vieron obligados a formar alianzas entre varios aillarehues. Los grupos formados por la unión de los aillarehues, se denominaron Butalmapus o Zonas de guerra. Los jefes de los Butalmapus eran elegidos por los toquis, y este jefe era conocido por los españoles como Gran toqui. Existieron tres Butalmapus históricos principales:
      Actualmente en su organización social, a los grupos de familias cercanas ubicadas en un sector geográfico específico se les denomina comunidades.

La familia mapuche y el sistema de parentesco
       La familia mapuche desempeña, esencialmente, dos funciones: económica y cultural.
  • En el ámbito económico, se manifiesta como una unidad de producción y consumo. Todos los miembros desempeñan un rol económico, diferenciado según el sexo y la edad.
  • En el cultural, la familia es el ámbito donde los jóvenes miembros de la familia son socializados, aprendiendo la cultura e incorporando el estilo de vida tradicional.
       Pero estos dos aspectos, el económico y el cultural, no se hallan disociados: el desarrollo cultural se efectúa en el mismo proceso de producción y consumo, y viceversa. Es por esto que el desarrollo cultural es indisociable del desarrollo económico. La transmisión de los saberes culturales se efectúa en el ámbito doméstico (de padres-madres a hijos, de abuelos a nietos, de tías y tíos a sobrinas y sobrinos, etc.) y a través de las prácticas: en el mismo momento en que se realiza una actividad se está enseñando y aprendiendo (la cría del ganado, la elaboración de comidas, la confección de tejidos, etc.). Mientras en las grandes sociedades humanas son principalmente la familia, la escuela y los medios de comunicación quienes administran y transmiten la cultura; en las comunidades o grupos humanos más pequeños, tales como las comunidades mapuche, estas funciones suelen estar mezcladas con otras de índole económica y social.

El arte textil mapuche
       Los datos más antiguos sobre la existencia de tejidos en las zonas más australes del continente americano (sur de los actuales Chile y Argentina) se encuentran en algunos hallazgos arqueológicos como los de los Cementerios Pitrén en las proximidades de la ciudad de Temuco (Chile), el sitio Alboyanco en la VIII Región de Chile y el Cementerio Rebolledo Arriba en la Provincia de Neuquén (Argentina). Se han hallado evidencias de tejidos realizados con complejas técnicas y diseños con un fechado que ronda entre el 1300-1350 d. C. En base a estos y otros hallazgos se ha vinculado a la práctica textil desarrollada en la Araucanía con las culturas del norte andino (actuales Ecuador y Perú): los textiles y el saber textil habrían llegado a la región araucana a través de los contactos e intercambios mantenidos con esas lejanas regiones.

        Los documentos históricos más antiguos que refieren sobre la existencia del arte textil entre los aborígenes del sur del actual territorio argentino y chileno, datan del siglo XVI y consisten en crónicas de exploradores y colonizadores europeos. Esos testimonios aseguran que a la llegada de los europeos a la región de la Araucanía, los nativos de esa zona vestían textiles realizados con pelo de camélidos que ellos mismos confeccionaban con la materia prima que obtenían de la cría de esos animales. Posteriormente, y con la incorporación del ganado ovino traído por los europeos, estos aborígenes comenzaron a criar esos animales y a utilizar su lana para la confección de sus tejidos, luego de lo cual ésta prevaleció por sobre el empleo del pelo de camélidos. Hacia finales del siglo XVI, estos ovinos criados por los indígenas degeneraron en animales con un cuerpo más robusto y una lana más gruesa y larga que la del ganado traído por los europeos, características éstas que permiten suponer que se trataba de animales de una mayor calidad.
        La prenda principal era el chamal, especie de manta cuadrada, que los hombres sujetaban en la cintura y la envolvían en las piernas a modo de pantalón; las mujeres la sujetaban en el hombro izquierdo con un alfiler grande, mientras otra manta les servía de falda. Estas prendas se teñían con arcillas y pinturas vegetales, combinando tonos y dibujos con gran sentido artístico. Completaban la vestimenta con mantos, vinchas, cintas para la cabeza y cintura.
Importancia económica de los textiles
        Estos tejidos eran realizados por las mujeres, quienes transmitían sus conocimientos de generación en generación, en forma oral y mediante la imitación gestual, usualmente dentro del ámbito familiar. Ellas eran altamente valoradas por su saber textil: a través de la elaboración de sus tejidos las mujeres desempeñaban un importante rol económico y también cultural. Por tales razones, al momento de entregar una dote por su matrimonio, un hombre debía entregar una dote mucho mayor si la mujer desposada era una buena tejedora.

       En el presente, los tejidos elaborados por los mapuches continúan destinándose para el uso doméstico así como también para regalo, venta o trueque. Aunque desde los inicios del siglo XX las mujeres y sus familias visten prendas con diseños foráneos y confeccionados con materiales de origen industrial y sólo los ponchos, las mantas, las fajas y los cintos son de uso asiduo. Gran parte de los tejidos realizados se destinan al comercio y en muchos casos constituyen una importante fuente de ingresos para las familias.

Construcciones y estructuras mapuches
        Como vivienda tradicional de los mapuche, construían viviendas de gran tamaño denominadas Rucas, con superficies que varían entre los 120 y 240 metros cuadrados; las cuales estaban formadas por paredes de adobe o tablas o de varas de colihue, reforzadas por dentro con postes de madera y se tapizan con totora. El techo es de junquillo o de algún pasto semejante a paja brava. Usualmente no tienen ventanas.
Una estructura ritual importante son las estatuas de madera denominadas chemamüll o chemamull (del mapudungun: che, persona y mamüll, madera, Persona de madera), las cuales utilizaban en ritos funerarios.
       En 2007 el arqueólogo Tom Dillehay identificó la existencia de alrededor de 300 túmulos funerarios en las vecindades de Purén y Lumaco, llamados cuel. Estas colinas artificiales cónicas, de piedra y barro, superan en algunos casos los 40 metros de altura. Según la hipótesis del autor, en la "ciénaga de Purén" se habría desarrollado un núcleo altamente poblado, que permitió la edificación de monumentos.

Material recopilado de;
Texto de Educación Media
  Editorial Santillana 
Gonzalo Vial Correa

Wikipedia.com

Portal del arte:
http://www.portaldearte.cl/educacion/basica/5to/indigena/mapuche.htm